jueves, 5 de mayo de 2016

ENTREVISTA A MIGUEL ROJO


Miguel Rojo ha contestado muy amablemente a las preguntas que le han realizado nuestros alumnos en una entrevista que cada año realizamos a nuestro invitado de honor al Premio de Poesía Antonio Machado. Aquí os la dejamos.


 P. ¿Cómo es que un profesor de Biología acaba siendo escritor?
 
Y cómo es que una oruga acaba siendo mariposa. Son misterios de la vida que yo ni puedo ni quiero resolver.


P. ¿Qué te gusta más hacer enseñar o escribir?

 
Os voy a decir la verdad, pero no se lo contéis a nadie: me gusta más escribir… Quizás porque
escribir es también un poco enseñar, enseñar a los que te leen y enseñarte a ti mismo cosas que ni siquiera imaginabas de ti.


P: De neñu ¿yera’l to suañu ser escritor? ¿A qué años entamasti a escribir?

 
Non, de nenu enxamás me plantegara tal trabayu, tenía abondo con xugar… Nin siquiera yera un bon llector, algo imprescindible si se quier ser escritor; pero yá de mayorín, cuando fui a la
universidá, entamé a ller y entós, supongo que por imitación, díxeme: ¿Y por qué nun voi yo poder cuntar histories tan máxiques a la xente?


P: ¿Qué encuentras en la escritura que no encuentras en otras cosas?

 
Belleza, fantasía, conocimiento, disciplina… y sobre todo la posibilidad de que alguien, ese desconocido lector, se entusiasme y disfrute o sufra con lo que yo escribí en la soledad de una habitación.


P. ¿Qué te gusta más escribir, novela, poesía o cuentos?

 
Cada cosa tiene su tiempo y su momento. Cuando estoy escribiendo poesía eso es lo que más me gusta, si lo que hago es una novela, pues es la novela…


P: Además de leer y escribir ¿qué otras cosas te gusta hacer?

 
Caminar y perderme solo por los montes asturianos o de donde sean (especialmente si están nevados). Andar por la Naturaleza me gusta tanto como escribir. Y es que cuando camino voy escribiendo en mi mente aquello en lo que estoy trabajando. También viajar. Conocer países y culturas distintas, gentes que hablan y piensan y rezan a dioses distintos… Eso me hace sentir muy bien.


P: ¿Qué te presta más, escribir n’asturianu o en castellanu?

 
Ye como lo de si prefiero escribir poesía o narrativa… Cuando toi escribiendo nuna de les dos llingües, ésa ye la que más me presta. Pero sí ye verdá que pol asturianu tengo un ciñu mui mui especial porque foi la llingua na que yo oyí falar por primera vez, la llingua de la mio tierra, algo tan nueso qu’ a naide del mundu mundial se-y ocurrió inventala, salvo a nos. Y eso marca
munchu. Amás, la probe, ta nun estáu tan delicáu y tan frayada por dalgunos, que cualquier cosa que fagamos por ella será poco.


P: ¿Qué coses lleíes de neñu?

 
Cuando yo yera nenu nun había tantos llibros infantiles como agora, nin tan guapos, asina que tuve qu’esperar a faceme un poco mayor pa lleer.


P: ¿Cuál foi’l primer llibru qu’escribisti?

 
“Asina somos Nós”. Una novela que ganó ‘l “Premiu Xoxefa Xovellanos” y que pa mi foi mui importante porque me convenció de qu’aquelles palabres que yo diba xuntando, aquelles histories… podíen llegar a ser interesantes pa la xente.


P: ¿Estás escribiendo algo en estos momentos?

 
Siempre estoy escribiendo algo. El día que no lo haga es que estaré medio muerto o muerto al completo. Ahora mismo estoy empezando una novela.


P: ¿Y qué estás leyendo?

 
Siempre tengo entre las manos más de un libro. Por ejemplo, ahora estoy con uno que se titula “Chernóbil”, escrito por la última Premio Nobel, y que nos cuenta el drama que vivió la gente que habitaba cerca de una central nuclear que explotó hace ya unos cuantos años pero cuyas consecuencias aún siguen latentes. También estoy leyendo “Crematorio”, una interesantísima
novela de Chirbes que retrata la corrupción de nuestro país. Y algún libro más…


P: ¿Qué género literario predomina en tu biblioteca?

 
La novela.


P: ¿Cuál es tu escritor-a favorito-a? ¿Y el libro que más te gustó leer?

 
Son dos preguntas tan difíciles de contestar que no voy a poder. Hay unos cuantos escritores y unos cuantos libros fundamentales para mí… Y no sabría decidirme por ninguno en concreto.


P: ¿Escribes tolos díes?

 
Sí. La escritura ye como un deporte. Si nun t’ entrenes los resultados van de xuru a ser malos. Mesmamente entrenándote yá ye bien difícil algamar bonos resultaos.. Imaxínate si nun lo fais.


P: ¿Tienes un lugar especial para escribir?

 
No, me vale cualquier sitio que esté silencioso. Lo importante es tener algo en la cabeza que escribir. El lugar, en mi caso, es lo de menos.


P: ¿Cuál fue la primera entrevista que te hicieron? ¿Te hizo ilusión?

 
No estoy seguro, pero creo que fue en La Nueva España cuando gané el premio Xosefa Xovellanos. Fíjate si me hizo ilusión que llevaba la entrevista en el bolso y se la enseñaba a todo el mundo que se dejaba.


P: ¿No has escrito poemas para niños? ¿Te lo planteas en un futuro?

 
Es verdad que nunca lo he hecho. De momento no me lo planteo, pero no puedo decir que “de este libro no escribiré”.


P: Si fueres a una isla desierta ¿qué llevaríes?

 
Un móvil pa que vinieren rescatame.


P: ¿Qué pregunta que nunca te han hecho te gustaría responder?

 
“¿Cuál es el postre que más te gusta?” Y yo contestaría: “el arroz con leche que hacía mi madre en la cocina de carbón mientras me contaba cuentos”.


P: Este año en nuestro cole tenemos como eje vertebrador de las actividades complementarias y extraescolares un Proyecto titulado ¡Música, Maestro! ¿Qué importancia tiene la música en tu vida?

 
Yo creo que de todas las artes, la música es la más excelsa, aquella que de forma más natural y más sencilla interactúa con la gente, la única que no tiene fronteras porque su lenguaje está directamente conectado con el corazón.


P: ¿Cuál es tu canción preferida? ¿Por qué?

 
Hay muchas… En general todas van asociadas con algún momento bello de mi vida. La música es memoria.


P: ¿Encuentras relación entre música y poesía?

 
Por supuesto. La poesía es música hecha, en lugar de con notas, con palabras que suenan no sólo en el oído sino en el corazón… o como lo quieras llamar. La musicalidad de las palabras que forman un poema puede ser tan potente como una balada de rock o tan delicado como el adagio de Albinoni. Por eso pocas cosas hay tan hermosas como un buen poema bien musicado.

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