No hay nada como la Poesía para adentrarse, a través de las rítmicas palabras, en un mundo mágico.
Os dejo una nana escrita por nuestro invitado de honor al Premio de Poesía de este año, Francisco Álvarez Velasco, dedicada a su nieta.
NANA PARA LUNA
En las nubes el
viento,
en los montes la
lluvia,
en la noche la sombra,
en tu cara la luna.
Duérmete, ea,
que ya se calla el viento
para que duermas.
De la peña al arroyo
–culebrilla de plata-,
del arroyo los juncos,
del arroyo las ranas.
Al arroyo la luna.
Entre las piedras claras
y los peces oscuros,
las moneditas blancas.
Duérmete, ea,
que las ranas
se callan
para que
duermas.
Del arroyo al
molino,
molinera del
alma,
con los trigos morenos,
las harinas más blancas.
En el horno la
leña
se abre en
flores de fuego.
En la artesa la
harina
es un monte
creciendo.
Duérmete, ea,
que las llamas
se callan
para que
duermas.
Duérmete, Luna, duerme,
que cuando
llegue el alba
en la mesa te
espera
una hogacita blanca.